En algunos pueblos del Valle de Camargo hemos tenido problemas de hundimientos del terreno (soplaos), con las consiguientes grietas en las casas, en diversos momentos de la historia. Dichos hundimientos han estado, cada vez, relacionados con la extracción de agua del subsuelo. En este blog contamos lo ocurrido, con el deseo de dejar constancia para el futuro y que nunca vuelva a repetirse. Muchas gracias por visitarnos.

martes, 11 de octubre de 2011

UN ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN

Vamos a hacer un alto en el camino para repasar cómo se encuentra la situación actual en el tema de la solución a los soplaos. O cómo la percibimos, al menos.

EN POSITIVO:
  • La causalidad queda mejor salvaguardada que la responsabilidad en el expediente que se abrió en el Ministerio para la consolidación del terreno y cimentaciones afectadas por las subsidencias del terreno en el término municipal de Camargo.
  • La CHC sigue solicitando la ampliación de la emergencia para continuar reparando viviendas.
  • Se informará de forma breve a cada afectado del estado en que se encuentran la cimentación y la estructura de su vivienda.
  • Se han establecido unos criterios para ordenar las actuaciones en las viviendas y con ello han quedado ordenadas estas en dos listas, que se facilitarán a los afectados.

    A LA ESPERA O EN NEGATIVO:
    • Ninguna de las administraciones implicadas quiere asumir la responsabilidad en los hundimientos, de ahí la dificultad para encontrar una solución satisfactoria para los afectados. 
    • El cese total de la extracción de agua subterránea, incluyendo pozos, galerías y manantiales: queda pendiente de completar el seguimiento que en estos momentos está realizando la CHC al aprovechamiento de los manantiales y su influencia en los niveles piezométricos. Si bien dicen que será prioritaria la seguridad, tienen en cuenta la necesidad de abastecimiento municipal de agua, ya que otras vías resultarían ¿más caras? para el Ayuntamiento.
    • Al menos por el momento no se repararán las viviendas íntegramente, sino solo la cimentación.
    • No se abonarán las facturas a los afectados que hayan reparado por sus propios medios los daños de sus viviendas causados por los soplaos.
    • Aún no se ha decidido quién tapará los agujeros en el terreno.
    • No se ha establecido qué administración revisará periódicamente las viviendas para controlar la progresión de los daños. Ni tampoco existe un compromiso firme de que vaya a hacerse.
    • Queda pendiente que el Ayuntamiento dé permiso para volver a casa a los vecinos desalojados.

      En otro orden de cosas, el Plan General de Ordenación Urbana falta de ser aprobado definitivamente, o rehacerse, para saber si va a delimitar y proteger una zona de afección por riesgo de hundimientos.

      En definitiva, queda aún mucho trecho por andar. Esperemos que, con paciencia, podamos llegar al final del camino con éxito. Es cuestión de buena voluntad y organización eficiente del trabajo por parte de todos.