En algunos pueblos del Valle de Camargo hemos tenido problemas de hundimientos del terreno (soplaos), con las consiguientes grietas en las casas, en diversos momentos de la historia. Dichos hundimientos han estado, cada vez, relacionados con la extracción de agua del subsuelo. En este blog contamos lo ocurrido, con el deseo de dejar constancia para el futuro y que nunca vuelva a repetirse. Muchas gracias por visitarnos.

sábado, 27 de noviembre de 2010

UN REPASITO A LOS ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS

Arrancaban los sucesos de las últimas semanas coincidiendo justamente con el séptimo aniversario de la rotura de nuestra propiedad, a mediados de octubre.

Nos encontrábamos ya en el limbo del que espera pacientemente, en la confianza de que en poco tiempo el Ministerio de Medio Ambiente nos ingresaría el dinero que nos debe como indemnización por los daños causados en nuestra propiedad por los hundimientos del terreno, de los cuáles son responsables, según dice la sentencia de la Audiencia Nacional.

Las otras viviendas afectadas habían comenzado a ser reparadas, lo cual, vamos a ser sinceros, no nos parecía justo que se hiciera antes de que se nos hubiera indemnizado, pero tampoco nos molestaba demasiado, en medio de la satisfacción por el que creíamos cercano fin del problema que afectaba no sólo a nuestra vivienda, sino a todo el entorno.

De pronto ¡zas! se acabó esa pausa que creíamos desde ya hacía un tiempo que era el final: los problemas comenzaron de nuevo con el parón de las máquinas que reparaban las casas vecinas. No era nuestra preocupación de forma directa, pero sí indirectamente, ya que hemos hecho nuestro el problema de los soplaos, independientemente del estado de nuestra vivienda, hasta que quede definitivamente zanjado. Y parece que aún resta tiempo.

Así que, como no somos personas que tengamos miedo a los retos, sino que incluso disfrutamos encarándolos, y ya que la realidad nos ha sorprendido con propuestas diferentes a las nuestras, no vamos a aceptar las cosas como vienen, sino que haremos lo posible para que sean como las queremos. Así lo hemos hecho hasta ahora y así seguiremos. Otra cosa será que lo consigamos o no.

En esta entrada del blog vamos a repasar los acontecimientos de estas últimas semanas, a manera de reflexión, para que ello nos ayude a ir colocando cada pieza en su sitio. Vamos por partes:

- Hemos visto que los pozos que dicen no utilizarse han sido acondicionados y vallados. Pero no nos inquietamos demasiado por ello, ya que tenían que haberlo hecho hace siete años, al serles otorgada la concesión. Si, aunque los usaran, siempre respetando las condiciones, ello no afectaba al terreno…

Seguiremos vigilando para que sea así.

- De nuevo, tras el plante de los vecinos, parece que vuelve la calma con la reanudación de los trabajos por parte de las empresas contratadas para ello. Los afectados no parecen en absoluto informados de qué se va a hacer, ni cómo, ni cuándo… en sus casas, pero la cosa parece que sigue adelante. No sabemos si esto es bueno o malo. ¿Es mejor conformarse con lo que te dan o exigir lo que te corresponde?

- Al mirar detenidamente el proyecto de Presupuestos de Cantabria para 2011 y ver que no contempla ninguna partida para los soplaos saltan las primeras alarmas. ¿Qué fue de las promesas de hace apenas un año? ¿Qué fue de las ayudas que el Gobierno Regional iba a articular? Tenía que haber una explicación y creíamos que los camargueses nos la merecíamos. No creemos en ayudas, pero tampoco en promesas vanas hechas para salir del paso.

Nuestra inquietud es respondida por un medio, que se ha puesto en contacto con el Gobierno Regional, donde le han dicho que no hay una partida específica, pero sí otra genérica de 120.000 euros. Por otro lado, se habla de los problemas que existen para poder articular esas ayudas.

Queremos recalcar que, cuando se prometieron, se habló de que serían especificas para los soplaos. En cualquier caso, quizá por exceso de ignorancia o incapacidad, no hemos podido encontrar en el proyecto de presupuestos ninguna partida dotada con 120.000 € en la que veamos que se pueda “colocar” a los soplaos.

- Nos preocupa también la forma en que se han reparado las cimentaciones de las primeras casas. Dicen haberse gastado cantidades ingentes de dinero en inyectar hormigón en el subsuelo. Además de que ello no nos parece proporcional, nos preocupa que semejante cantidad de material derive el agua por otros cauces y la zona de soplaos aumente. Puede que sea un miedo infundado, ya que no tenemos conocimientos geotécnicos para hacer valoraciones. Lo que hemos hecho ha sido ponerlo en conocimiento de quien sí los tiene. Por si acaso.

- Y otra vez los hundimientos son noticia: un tractor se hunde en un soplao enorme. Esta vez llueve sobre mojado y lo que más nos cala es el miedo, la verdad. Hasta los huesos. ¿Encima de qué bomba de relojería estamos viviendo? Parece que una desgracia puede suceder en cualquier momento.

La sola imaginación de hasta qué punto se ha dañado el terreno pone los pelos de punta. Y más si se buscan hundimientos del mismo tipo en otros lugares del planeta. ¿Crecerán los nuestros hasta alcanzar aquellas dimensiones? Al menos ¿están haciendo las Administraciones lo posible para que eso no ocurra?

- Tampoco vamos a consentir que de nuevo pretenda culparse a nuestra sentencia de la falta de solución para los soplaos. Podemos hablar de ineficacia, negligencia, temeridad… por parte de algunos, pero no de que la sentencia sea culpable. Más bien lo contrario, ha sido la llave para poder continuar sentando bases.

- Por último, hemos escuchado en el vídeo de "España Directo", del programa emitido el día 24 de este mes, que la Confederación afirma que desde 2007 ya no se extrae agua del subsuelo.

En ese caso ¿cómo pueden explicar la sanción que impusieron al Ayuntamiento de Camargo por incumplir las condiciones de la concesión en fecha posterior a ese año? Fue de 6.012 €. Podéis repasarlo en los enlaces:

INCOADO EXPEDIENTE SANCIONADOR AL AYUNTAMIENTO DE CAMARGO

RESOLUCIÓN AL EXPEDIENTE SANCIONADOR INCOADO CONTRA EL AYUNTAMIENTO DE CAMARGO

- Creemos tener motivos sobrados: si no dejan que nosotros olvidemos, nos encargaremos, junto al resto de afectados, de que ellos tampoco lo hagan.