En algunos pueblos del Valle de Camargo hemos tenido problemas de hundimientos del terreno (soplaos), con las consiguientes grietas en las casas, en diversos momentos de la historia. Dichos hundimientos han estado, cada vez, relacionados con la extracción de agua del subsuelo. En este blog contamos lo ocurrido, con el deseo de dejar constancia para el futuro y que nunca vuelva a repetirse. Muchas gracias por visitarnos.

domingo, 13 de octubre de 2013

HOY HACE DIEZ AÑOS QUE NUESTRA VIDA SE AGRIETÓ

O, al menos, de que nos dimos cuenta de ello. El 13 de octubre de 2.003 marcó un antes y un después, en cierta manera, en la vida de nuestra familia. Nuestra casa se agrietó.

Pasó mucho tiempo desde ese día, demasiado cuando la incertidumbre y la impaciencia reinan, pero por fin logramos una sentencia judicial que, en base a múltiples informes que señalaban la extracción de agua para abastecimiento municipal como la causa de los soplaos en el Valle, que delimitaban una zona afectada y situaban nuestra casa en ese área, determinó que la responsabilidad en lo ocurrido era de la CHC, por no haber realizado las oportunas labores de vigilancia y control.

No estuvimos quietos ni callados durante esos años, plantamos cara y luchamos sin tregua, defendimos nuestros derechos y la verdad. Puede que fuera eso lo que impidió que la angustia se apoderara de nuestro ánimo. Tampoco paramos una vez conseguida la sentencia favorable porque los soplaos no son el problema de una sola vivienda, sino de todo un territorio; tampoco es un problema que solo afecte a las viviendas, sino que su solución conlleva contemplar diversos aspectos, que aún no han quedado zanjados. Aunque más tranquilos, seguimos en ello.

Ahora ya no hay grietas, solo sombras. Y seguimos pasando páginas del libro de nuestra vida. Si bien cada uno de los capítulos determina el siguiente, no queremos que los soplaos sigan siendo el centro de ese libro, ya que a su alrededor, de alguna manera, hicimos girar muchas cosas. Diez años son mucho tiempo en una vida. No perderemos de vista lo que queda pendiente, pero lo miramos con otra perspectiva. Necesitamos avanzar y cuidar más esos otros aspectos, de los que ahora queremos disfrutar. Nos lo debemos.