En algunos pueblos del Valle de Camargo hemos tenido problemas de hundimientos del terreno (soplaos), con las consiguientes grietas en las casas, en diversos momentos de la historia. Dichos hundimientos han estado, cada vez, relacionados con la extracción de agua del subsuelo. En este blog contamos lo ocurrido, con el deseo de dejar constancia para el futuro y que nunca vuelva a repetirse. Muchas gracias por visitarnos.

jueves, 3 de octubre de 2013

DIEZ AÑOS DE LA CONCESIÓN DE EXPLOTACIÓN DE LOS POZOS

Hoy hace diez años de la concesión de explotación de agua subterránea para abastecimiento municipal, a través de cuatro pozos, al Ayuntamiento de Camargo. 3 de octubre de 2.003 es la fecha final de los trámites, que comenzaron en 2.002.

Se trata de una fecha clave en la vida de bastantes familias del Valle de Camargo, ya que pasan de cincuenta las viviendas afectadas por las consecuencias de esa explotación. Son más los afectados si se tienen en cuenta también las fincas en las que ha habido colapsos del terreno.

Se otorgó esta concesión en contra de informes de años anteriores que desaconsejaban la utilización de los pozos, puesto que su explotación ya había dado problemas; sin un estudio de impacto...

De que esos pozos ya se utilizaban antes de la fecha de la concesión no nos cabe ninguna duda, como se puede observar en los datos del informe elaborado por ECODES para el Gobierno de Cantabria, acerca del consumo de agua en nuestra Comunidad Autónoma. De que las condiciones impuestas para dicha concesión no se han respetado, tampoco, a tenor de los mismos datos del mismo informe. Tampoco de que la CHC no realizó las labores de policía y vigilancia que se le suponen.

Estas acciones condujeron a unas consecuencias que aún sufren familias del Valle. Consecuencias que, debido a la poca o ninguna respuesta por parte de quienes deben velar por el bienestar de los ciudadanos, han marcado y siguen marcando la vida de tantas personas. Como suele ocurrir en estos casos, nadie quiere ser el responsable, ni mucho menos responder por los daños causados. También como siempre, son las víctimas de sus errores quienes pagan los platos rotos.

Se han cumplido diez años, pero la historia no ha acabado para la mayoría. ¿Cuántos años más tendrán que pasar?